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María del Carmen Suárez: Construye su camino con actitud

Publicado
29 febrero 2020 01:42
Historias Humanas
María del Carmen Suárez RojasRevisora Securitas

El paradigma de la seguridad privada ha cambiado mucho en los últimos años. De pasar a tener una gran presencia de guardias masculinos e incluso donde se solicitaban ciertos requisitos relacionados a talla y formación, hoy se busca personas, sobre todo, con actitud sin importar su sexo ni condición física. Sí, en Securitas buscamos personas con actitud y eso es lo que sobra a María del Carmen Suárez. Aquí su historia.

Me llamo María del Carmen y soy una orgullosa guardia de seguridad en Securitas. Poseo cierta experiencia en este rubro porque trabajé antes para otra empresa de seguridad, pero en aquella ocasión las cosas no salieron como las había planeado. Eso hizo que probara suerte en otras profesiones porque mi principal deber y responsabilidad estaba con mis hijas que aún se encontraban pequeñas. Luego vi la oportunidad de ingresar a Securitas y dado su posicionamiento, seriedad y la posibilidad de hacer una línea de carrera es que retorné a la seguridad privada.

Mientras conversamos con María del Carmen, podemos percibir su gran actitud y seguridad con la que habla, como la de alguien con experiencia y a sabiendas que el camino que se viene haciendo depende solo de ella y nadie más.

María del Carmen al lado del Coordinador Juan Carlos Alanoca (Izq.) y el Supervisor Manuel Oyola (Der.)

Acabo de cumplir un año en la empresa y estoy contenta, pero sobre todo tranquila. Por el momento soy la única mujer en la unidad y, ello es un doble reto porque me exige una dinámica de trabajo más participativa con mis compañeros. Soy una persona muy sincera y directa al hablar y siempre les pido que no hagan diferencias conmigo, que se comporten igual a como se comportarían con cualquier miembro del equipo. ¡A mí nada de flores, las cosas de frente, pero con respeto! Eso ha permitido que congeniemos y hayamos logrado un gran sentido del compañerismo. Nos apoyamos entre todos y conversamos mucho sobre las cosas que hay por mejorar en el servicio.

De los peores momentos uno saca fuerzas, más aún cuando se es cabeza de familia y hay seres que dependen de uno, que además ven nuestro actuar cotidiano un ejemplo vivo de cómo se debe enfrentar la vida. María del Carmen se pone triste cuando recuerda los momentos duros que pasó, pero su rostro le cambia cuando se le viene a la mente la sonrisa de su nieta…

Hace 6 años enviudé y tuve que ser fuerte y reinventarme por mis hijas Marjorie (21) y Yoryett (09). Ellas son mi fortaleza para salir adelante y les enseño siempre a rodearse de gente que las impulse a ser mejores en todo aspecto. He pasado por mucho, incluso hace algún tiempo la mayor de mis hijas salió embarazada y eso fue difícil en su momento, pero juntas hemos logrado salir adelante. Lo que en un inicio nos cayó como un baldazo de agua fría al final es otro motivo más de alegría y superación porque la sonrisa de mi hermosa nieta de 3 añitos es pura inspiración para mí.

Gracias a mi trabajo contribuyo a que mi hija mayor continúe sus estudios profesionales y ahora solo le faltan dos años para que termine su carrera. Eso me hace sentir muy feliz, pero ha hecho también que busque superarme, porque quiero que mis hijas me vean como un ejemplo de superación.

Ser mamá y trabajadora es un doble reto. Al final del día cuando uno deja de lado el uniforme sus responsabilidades profesionales descansan y se dedica al 100% a su labor de madre y/o abuela, pero cuando uno se pone el uniforme temprano e ingresa al trabajo nunca dejar de ser madre. Somos seres humanos y eso lo somos todo el día. María del Carmen reflexiona sobre ello…

Como mamá uno desea crecer a todo nivel. Diariamente tenemos que sortear diferentes desafíos como el horario y el tiempo con la familia. Creo que ese es el principal reto que tenemos las mujeres que sacamos adelante un hogar, más aún las que nos desempeñamos en seguridad. Hoy estoy aquí y lo que puedo hacer con mi trabajo es irle abriendo camino a otras mujeres y, ellas a su vez, a otras más para demostrar que tenemos mucho por aportar en seguridad privada. Aún se tiene el antiguo pensamiento que la mujer no puede, pero en realidad somos más firmes en lo que hacemos y eso, en seguridad, es una ventaja.

María del Carmen sonriente en pleno servicio de seguridad

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